Emilie (Céline Sallette) ha sido recientemente contratada por su superior, Stéphane Froncart (Lambert Wilson), como jefa de recursos humanos de la multinacional Esen por su falta de escrúpulos. Su misión es conseguir que los empleados que la empresa ya no quiere renuncien ellos mismos, y así no ser acusada de despedir a cientos de trabajadores. La estrategia de Esen es crear una serie de circunstancias adversas al trabajador seleccionado para que, con el tiempo, presente su renuncia. Emilie sigue el programa con total obediencia, hasta que un día, uno de sus empleados se suicida saltando desde la ventana de su oficina. El trágico suceso cambiará la situación de Emilie con respecto a sus jefes, su trabajo y la empresa. …